Prostitutas
en la calle de una ciudad turca.
Los dueños de las casas de citas legalizadas no
habían pagado las cuotas correctas a la Seguridad Social
Quinientas
mujeres empleadas en la prostitución en la ciudad turca de Esmirna han
conseguido el derecho a jubilarse tras denunciar a los dueños de los burdeles en los que
trabajaban, informa el diario 'Habertürk'.
Las
mujeres forman parte del colectivo de trabajadoras del sexo
registradas como tales en el Ministerio de Trabajo y empleadas en burdeles que operan con una licencia otorgada por
el Estado, pero sus empleadores no habían pagado las cuotas correctas a la
Seguridad Social.
Al
verificar su historial laboral, varias mujeres en edad de retirarse observaron la deficiencia de las cuotas pagadas por sus
empleadores y, tras no recibir una respuesta de éstos, llevaron el caso a la
oficina del gobernador de Esmirna, con el respaldo del Colegio de Abogados de
la misma provincia.
SIN
NECESIDAD DE JUICIO
Un
informe emitido por los peritos públicos confirmó que los dueños de 23
burdeles habían escatimado durante 7 años en las cuotas pagadas por 1.800 mujeres y les impuso una multa,
además del pago del dinero adeudado, una orden que ha sido cumplida sin
necesidad de juicio.
Así, 501 mujeres recibirán ahora un renta de jubilación, mientras que a otras
1.299, que continúan en activo, se les pagaran las cuotas correctas, resume
'Habertürk', en lo que se considera un ejemplo de organización
de las trabajadoras del sector.
Según
datos oficiales, unas 3.500 mujeres están registradas como prostitutas en
burdeles con licencia, establecimientos de larga tradición con inspecciones sanitarias regulares, a los que por lo general sólo se permite el acceso de clientes turcos.
PAÍSES
VECINOS
Por
supuesto, la cifra real de trabajadoras del sexo en
condición irregular es muy superior y se estima que sobrepasa los 100.000, con una amplia oferta
también para el turismo de los países vecinos.
El código penal turco propone "tratamiento o terapia" para quien trabaje
como prostituta, sin tipificarlo como delito, mientras que sí castiga con un mínimo de dos años
de cárcel a los proxenetas o promotores, exceptuando los
establecimientos legales.
Tampoco se otorgan permisos
de trabajo para extranjeras en el sector de la prostitución, y el tráfico de
mujeres, sobre todo desde Rusia y Asia Central, para este negocio se mueve
enteramente al margen de la ley.
Publicado por elperiodico.com – Internacional – Estambul – EFE –
08/11/16 -
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