El
caso se descubrió 51 días después del crimen ocurrido en Santa María de
Punilla. La mujer, de 52 años, estuvo casi dos años presa. Fue víctima de
violencia de género. FOTO Ariel Luna -
Gladys Edith Correa
(52), la mujer que había llegado a juicio acusada de haber estrangulado y
enterrado a su marido, Juan Carlos Medina (61), en Santa María de Punilla, fue
absuelta por la Cámara Criminal de Cruz del Eje, en un juicio con jurados
populares.
Luego de dos años en prisión,
la mujer recuperó la libertad porque se entendió que se trataba de un
“homicidio en legítima defensa”.
Se trata de un fallo que puede
marcar un antes y un después en materia judicial para este tipo de casos de
violencia doméstica.
Tras el fallo conocido el
miércoles último, Correa, que semanas atrás ingresaba al mismo lugar como
victimaria, acusada del crimen contra su marido –que había confesado en dos
oportunidades– salió por la puerta como víctima.
Incluso, las mujeres que
integraban el jurado popular la saludaron cuando era liberada.
El drama se desató, a nivel
judicial, el 20 de noviembre de 2014, cuando se descubrió el cadáver del
exguardiacárcel Medina enterrado en los fondos de la casa donde convivía con su
esposa en Santa María de Punilla.
La mujer había denunciado su
desaparición 51 días atrás. Pero tras diferentes averiguaciones, Policía
Judicial y Bomberos fueron a buscar el cuerpo en esa vivienda. Tenía un
cinturón, una tela y un pañuelo en el cuello y la autopsia dictaminó que había
muerto por ahorcamiento.
Correa, que conocía de
albañilería, había construido un sendero rectangular de ladrillos y cemento,
tapando todo.
Con ella detenida, la fiscalía
de Cosquín a cargo de Martín Bertone continuó avanzando en la causa, en la que ella
terminó por confesar el crimen. Aseguró que él era violento y la maltrataba.
“Perspectiva
de género”
Ya en el juicio, ante la Cámara
Criminal y Correccional, integrada por Ángel Andreu, Ricardo Py y Adriana
Espeche, desfilaron numerosos testigos que fueron aportando diferentes matices
de una historia muy compleja.
A cada uno de ellos, el asesor
letrado Juan Martín Illia le insistía para que describieran la personalidad
violenta de Medina.
Así, al momento de exponer ante
el tribunal y los jurados populares, Illia (nieto del expresidente Arturo
Illia) ya desde el comienzo enmarcó el caso: “Esto se trata de violencia de
género”.
Y agregó: “Ha sido una ofensa a
la dignidad humana, se trata sin dudas de una muerte por violencia de género”.
En ese punto, detalló las
denuncias de violencia familiar que la imputada había radicado en los
tribunales de Cosquín. “(Correa) acudió a la Justicia y la Justicia no hizo
nada”, remarcó.
Tras criticar la instrucción de
la causa, el defensor afirmó: “Se le ha negado a la verdadera víctima todo por
parte de la Justicia”.
“Es absolutamente necesario que
se cambie la óptica vieja, terminar de una vez por todas las relaciones
desiguales con la mujer, la Justicia debe tener perspectiva de género”,
enfatizó el letrado.
Al culminar su alegato,
solicitó la absolución de Correa por ser víctima de violencia de género y al
entender que había actuado en legítima defensa.
La fiscal Haydeé Gersicich
alegó que no había situaciones extraordinarias, sino que se trató de un crimen
premeditado.
Y solicitó prisión perpetua
para Correa o, en su defecto, 12 años de prisión, si es que los jurados
valoraban algún tipo atenuantes.
Natalia Saad, por la querella,
adhirió a la posición de la fiscal.
En el fallo primó la posición
que había solicitado Illia, por lo que Medina volvió a la calle tras casi dos
años de estar presa.
Ahora se aguardan los
fundamentos del fallo, tras lo cual la fiscal y la querella van a evaluar si
apelan.
Publicado por Diario La Voz – Argentina – José Hernández –
Corresponsalía – 02/09/16 -
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